Bichón maltés y maltipoo Jardín de Los Arcos
> Cachorros maltés y maltipoo disponibles
Tamaño mínimo
La polémica cuestión del tamaño mínimo admisible o deseable para los perros de razas toy no es exclusiva de los malteses, también se da con razas como el chihuahua, yorkshire, pomerania, caniche o de mayor talla como el shi tzu, lhasa apso o west highland, sólo por poner un ejemplo.
Siempre ha habido y habrá una gran demanda de perros muy pequeños. Basta pasear un bichon maltes miniatura, de poco más de un kilo de peso, para ver la gran expectación que despierta. Muchas personas se acercan para acariciarlo o para verlo. Algunos se interesan por tener uno, nunca habían visto nada igual o pensaban que no existían perros tan pequeños. A partir de ese momento, para alguno de ellos puede convertirse en un capricho difícil de satisfacer. Es tan llamativo porque es inusual, nacen muy pocos perros que de adultos sean tan pequeños y sus precios llegan a ser muy elevados.
De los cachorrros bichon maltés que nacen pequeños, algunos es debido a que son prematuros o a problemas que han impedido su normal crecimiento y sólo unos pocos son ejemplares sanos de menor tamaño. De los que nacen con un peso similar a sus hermanos hay algunos que posteriormente no crecen en igual medida, esto puede ser indicativo de problemas que impiden un correcto desarrollo y sólo en algunos casos se debe a que el perrito, sano, va a ser de talla pequeña, como Queca, la maltesa de la foto, un claro ejemplo de bichón maltés miniatura americano, sano y correcto.
Incluso teniendo experiencia resulta difícil en ocasiones saber en que caso nos encontramos, en otras resulta evidente para el criador que los cachorros han nacido demasiado débiles o que hay alguna malformación. Para alguien ajeno, con menor experiencia e información, detectarlo puede resultar imposible. Este puede ser el motivo de que se haya extendido la idea de que un maltes miniatura es más débil o enfermizo que los de mayor tamaño y que muchos compradores piensen que adquirir uno puede ser muy arriesgado.
Sólo es un problema comprar un cachorro bichon maltés toy, mini, teacup o como cada uno quiera llamarlo, en caso de que el menor tamaño sea debido a algún problema previo o defecto oculto. Obviamente un perro de veinte kilos resiste mejor un balonazo que uno de un kilo, el más grande es menos frágil, mas robusto pero no necesariamente más sano.
Mejora de la raza
El pequeño de la camada puede despertar un mayor instinto de protección. Tendemos a proteger más al más débil y nos llena de felicidad poder sacar adelante a un cachorro que seguramente no hubiera podido sobrevivir sin nuestra ayuda. Esto, sin embargo, puede llevar a la selección de los descendientes más débiles repercutiendo negativamente en la mejora de la raza que se debe perseguir cuando se cría.
Es defendible la no utilización de machos que no puedan hacer montas solos, o la no reproducción con ejemplares que no habrían sobrevivido sin ayuda. De este modo evitaremos estar favoreciendo que la raza tienda a estar formada por perros incapaces de reproducir de modo natural, cachorros incapaces, a su vez, de sobrevivir; tan artificial que no continuaría existiendo sin la intervención del hombre. Existen razas de perros en las que esto ocurre, los bulldog nacen casi siempre por cesárea, los basset-hound suelen reproducirse por inseminación, etc. Sin embargo, no encuentro motivos para impedir la reproducción con ejemplares sanos de menor tamaño, capaces de reporducirse y parir cachorros sanos que pueden sobrevivir sin intervención humana. No va en detrimento de la raza puesto que cumplen con el estándar, ajustándose a él lo más posible y sin sufrir ningún problema de salud que pueda achacarse a su menor tamaño.
El AKC establece como tamaño máximo para un maltes 3.170 kg, especificando como preferidos los pesos comprendidos entre 1.8 y 2.7 kg, de modo que tan alejado por exceso está criar con ejemplares de maltés americano de 3.170 kg como lo está por defecto hacerlo con aquellos que pesen 1.330 kg y es realmente difícil encontrar malteses de inferior tamaño. El AKC no considera maltes miniatura, sino estándar, al que está dentro de este rango de peso.
En España, al seleccionar de acuerdo al estándar FCI, las hembras reproductoras rara vez bajan de 3 kg y en ocasiones superan los 4 kg, no ajustándose en este caso a ningún estándar por ser excesivamente grandes. Parece que la proporción de cesáreas aumenta en los partos de perras pequeñas, pero no por ello vamos a dejar de criar razas pequeñas o a criar dentro de estas razas solamente con las hembras que tienen el máximo tamaño admitido por sus estándares de raza. Cuando el maltes miniatura es el macho, las últimas consideraciones en cuanto a la dificultad añadida en los partos sobran, ya que es de esperar que reproduzca cachorros bichon maltes miniatura, más pequeños y fáciles de parir para la maltesa.
Criar con maltesas de pesos entre cinco y diez kilos y hasta superiores para obtener camadas numerosas con partos fáciles da como resultado cachorros criados con costes muy bajos que habitualmente son vendidos a precios muy económicos. Esta práctica constituye una aberración para la raza y ha desembocado en España en que la talla media del bichon maltés adulto que se ve en las calles sea hasta el doble y triple de la que estipula el FCI para el bichón maltes "europeo"o "standar" y aún más alejado del peso máximo marcado por el AKC para el maltés "americano" o "toy".
Selección
Cuando se busca conseguir una línea de perros de menor tamaño, debe hacerse mediante el seguimiento de un programa de cría fundamentado en la reproducción con ejemplares sanos y típicos, que presenten esta característica, bien de modo visible (fenotipo) o bien oculta en su información genética (genotipo). De los ejemplares obtenidos se seleccionan aquellos más correctos, en los que la característica buscada esté presente.
En la siguiente generación se cruzan malteses en los que el atributo buscado aparezca al igual que en sus padres; en posteriores generaciones habremos ido depurando la línea de modo que nuestros reproductores tendrán descendencia mayoritariamente del tipo buscado. Conforme avanzamos generaciones tendremos que buscar nuevas líneas de sangre que contengan las carácteristicas perseguidas y evitaremos realizar cruces con un grado de consanguineidad indeseable, para lo cual es preciso analizar el pedigrí del padre y el de la madre.
La utilización de nueva sangre nos aportará no sólo alguna mejora en aquello que buscamos sino también algún empeoramiento o defecto en otras áreas que deberemos descubrir y eliminar retirando los ejemplares en los que aparezca de nuestro programa de cría. Actuando de este modo, acabaremos teniendo una linea de bichón maltés miniatura (por comparación con el maltés acorde al estándar FCI) sano y típico de acuerdo al estándar AKC, que lo incluye en las razas toy y no exige tamaño mínimo, al igual que ocurre con el yorkshire terrier o el chihuahua.
Cuando de estos reproductores nazcan cachorros, lo normal es que sean malteses miniatura al igual que sus parientes de anteriores generaciones y el hecho de que sean pequeños no será consecuencia de la existencia de problemas sino de la herencia genética. No habrá un maltés pequeño en la camada sino que todos serán parecidos de tamaño aunque seguirán naciendo algunos más grandes, que iremos apartando de nuestro programa de cría. De este modo la talla de adulto será predecible, aunque aún así cabrá la posibilidad de que alguno de los cachorros crezca más de lo esperado, pero no será mucho, constituirá una excepción y generalmente será visible desde que el cachorro tenga pocas semanas.
Un cachorrro maltes mini, miniatura o maltés toy, como cada uno quiera llamarlo, puede nacer con mayor o menor peso en función del tamaño de los padres, del número de hermanos que haya habido en su camada o del lugar más o menos ventajoso que le haya correspondido dentro del útero materno. El tamaño al nacer, considerado aisladamente, no es un buen indicador del tamaño de adulto. Un cachorro que de adulto va a ser pequeño gana constantemente poco peso, uno que va a ser grande gana más peso también con regularidad. Cuando un cachorro deja de ganar peso de repente debemos preocuparnos e intentar adivinar el motivo para tratar de corregirlo si es posible, ya que esto no indica que va a ser un bichon maltes miniatura sino que hay algún problema que está impidiendo un normal crecimiento.
Elección del criador
En España es obligatorio tener un núcleo zoológico para poder criar y vender cachorros. Por supuesto se puede criar una camada sin ánimo de lucro ni de recuperar los costes si se van a regalar los cachorritos pero para vender los cachorros, sea cual sea su precio, se debe estar dado de alta, contar con un núcleo zoológico y otros requisitos para poder firmar contratos de compraventa válidos y poder emitir facturas. En otro caso no estaremos realizando una compra a un vendedor y criador legal sino a un pirata y tendremos que asumir las consecuencias; en caso de problemas, será difícil resolver conflictos. No contaremos con la especial protección del consumidor prevista por la ley para las compraventas legales.
La mayor parte de los cachorros que se venden actualmente no son criados en España sino que proceden de Paises del Este de Europa y son importados cuando aún no tienen edad para ser separados de su madre. Entre estos cachorros la mortalidad es altísima, los problemas de salud a lo largo de toda su vida son muy frecuentes en estos perritos. El carácter puede dar problemas y por supuesto el tamaño, como el resto de características, tampoco suele ir acorde a ningún estándar. Son cachorros blancos que en general acaban teniendo tamaños entre 5 y 9 kilos y superiores. Son cachorritos de tamaño muy pequeño porque son muy bebés (no por su talla estimada de adultos) y se pueden comprar con contrato, chip, factura, pedigrí y una cartilla donde se refleja la edad que se exige para la importación y no su edad real, que puede ser muy inferior.
¿Cómo diferenciar un criador de bichón maltés miniatura o americano de un criador de bichón maltés estándar? Por el tipo de malteses que tiene, en Europa, habitualmente de mayor tamaño, más alargados y con el morro más largo, en EEUU, de menor tamaño, más cortos y generalmente más chatos. Del mismo modo que diferenciamos un criador de pastor alemán de uno que cría chihuahuas, los perros que tienen son distintos.
Es cierto que de un maltés europeo puede salir uno de tipo más americano, o que de uno americano muy grande pueda nacer uno más pequeño pero siempre tendremos la duda de cómo acabará cuando crezca. Estas excepciones se deben a que las líneas europea y americana se cruzan constantemente, pero después en Europa se selecciona grande y largo y en EEUU pequeño y corto. Sabremos qué tipo de perro cabe esperar que tengamos cuando crezca el cachorro observando a los padres. Será mucho más probable que tengamos un maltes miniatura si la anterior descendencia que han tenido sus padres está constituída principalmente por malteses de este tipo. Todos los cachorros suelen ser chatos, pequeños e irresistibles. Cuando crezcan se parecerán a sus padres y demás antepasados.
La venta de perros
como negocio
Existen diversos motivos, aparte de la selección de ejemplares acordes al estándar FCI en Europa, por los que es difícil encontrar malteses pequeños. También ocurre esto en EEUU.
- Un primer motivo es que las perras más grandes tienen en promedio unmayor número de cachorros, por lo que quienes tienen un negocio de venta de perros, encontrarán más rentable criar con hembras de mayor tamaño.
- Un segundo motivo es que las hembras de mayor tamaño corren un menor riesgo de necesitar una cesárea que las más pequeñas, lo que supone un menor coste medio esperado y por tanto mayor rentabilidad esperada de la inversión en perras grandes.
- Un tercer motivo es que la inversión inicial es considerablemente menor si se compran hembras grandes, por las que se paga un menor precio (un maltes miniatura suele ser más caro que uno de mayor tamaño).
Los inconvenientes del negocio: hay una gran demanda de malteses miniatura y sin embargo las maltesas grandes tienen cachorros malteses más grandes que son difíciles de vender. La solución para dar salida a la mayoría de los malteses que se pueden comprar, hijos de hembras de más de tres o cuatro kilos, es no informar del tamaño de las madres a los compradores. El conflicto de intereses está claro, informando de las características de la madre, el vendedor tendría que bajar mucho el precio, pudiendo cobrar mucho más si el comprador cree que la madre es pequeña. Otra posibilidad es asegurar que se cría con hembras grandes que dan cachorros pequeños que no crecerán mucho. A menudo se venden los cachorros más pequeños de la camada como miniaturas y los más grandes como estándar, a diferentes precios. Cuando el "cachorro maltés toy" se hace adulto y pasa, no de dos ni de tres sino de cinco , siete o nueve kilos al crecer, quien lo vendió, en el mejor de los casos ofrecerá cambiarlo por otro con la seguridad de que nadie querrá cambiar su mascota tras haber convivido con ella varios meses. Quien compró el supuesto maltés miniatura tendrá el maltés adulto que siempre debió esperar, parecido a sus padres. En esta lotería algunos afortunados de los que compraron cachorros pequeños tendrán malteses adultos más pequeños que sus padres y prácticamente ninguno un maltés miniatura. Pero sin duda lo más preocupante es que un maltés se quede mucho más pequeño que sus padres por algún factor oculto, defecto genético o problema de salud.
En ocasiones, el ahorro de costes en estos criaderos se extiende también a la no revacunación anual de los adultos. Si es así, las madres no pasarán con la lactancia, las defensas contra las enfermedades víricas para las que protegen dichas vacunas. El engaño es aún más fácil cuando el cachorro se recibe por mensajería. Es fácil comprobar el tamaño de los adultos, su estado de salud y chequear sus pedigríes y cartillas con la vacunación al día cuando el cachorro se recoge personalmente. Podremos sospechar si no se pueden ver los padres, sus pedigríes y cartillas, selladas por el veterinario. También es extraño que no quieran recibirnos o lo hagan en un lugar público mostrándonos solamente uno o varios cachorritos, sin poder ver a los padres u otros descendientes, ni la documentación de los mismos. No parece serio tener que ver los cachorritos en el maletero de un coche como si estuviéramos chequeando mercancia de contrabando. Todos estos indicios se pierden cuando el cachorro se recibe por medio de un mensajero.
Hay criaderos de gran tamaño que tienen muchas razas de perros y permiten comprar cachorros, por un precio menor a quienes no pueden o no quieren pagar más por un perrito. Los hay que trabajan con mucha seriedad. Los perritos que venden podrán no ser los mejores de cada raza pero sí pueden tener los papeles en regla y una garantía a precios mucho más bajos. Esta elección es perfectamente válida para quienes quieren un perro de una raza determinada pero no es tan importante para ellos que se ajuste al estándar en cuanto a su tamaño de adulto, el tipo de pelo, u otras características concretas ni buscan una línea determinada seguida por un criador en particular. Tampoco estos perros han tenido el contacto humano de los que han sido criados en familia. Un cachorro que no ha sido socializado correctamente en el momento oportuno, es normal que presente problemas de comportamiento que a otra edad puede resultar muy dificil o imposible corregir.
Elegir un tipo de maltés
Primero se debe leer el estándar de la raza, FCI, y si se quiere americano, AKC. El estándar coreano no existe, es FCI, igual que en España y Europa. Después se deben visitar páginas de criadores dentro y fuera de España para que, tras ver muchas fotos, tengamos claro que tipo de maltés queremos. Podemos acudir a exposiciones donde podremos entrar en contacto con criadores de maltés estándar FCI si esta es la opción que hemos elegido. Si nos hemos decantado por el maltés de tipo americano o un maltes miniatura lo tenemos más difícil. Nos pondremos en contacto con un criador que seleccione este tipo de maltés y veremos los pedigríes y los padres. Como los malteses americanos no pueden competir en España si no llegan a 3 kilos, ni si son cortos, nos tendremos que conformar con que hayan competido sus antepasados americanos y el pedigrí refleje buenas líneas de sangre con campeones americanos. Otra opción es viajar a EEUU y comprar un maltés a algún criador prestigioso cuya línea nos guste en especial. Para ello deberemos haber establecido contacto algún tiempo antes, normalmente unos meses, pero a veces, tras un cuestionario y la aprobación del criador, se debe esperar apuntado en la lista de espera un año o más. Un maltés registrado en el AKC no tiene por qué ser bueno, ni típico, ni siquiera estar dentro del estándar AKC, igual que uno registrado en la RSCE no tiene por qué ser, ni bueno, ni grande, ni cumplir con el estándar FCI. Simplemente tiene un pedigrí de exportación expedido en EEUU que debe tramitarse en España por la RSCE. Lo único que consta en un pedigrí, sea de donde sea son los antepasados del perro al que pertenece, tal como han comunicado los criadores de los mismos en cada momento, la fiabilidad de estos datos dependerá de la integridad de los criadores que los hayan inscrito. Por este motivo es importante acudir a un criador que nos parezca de confianza, que conozca bien la raza y por quien podamos dejarnos aconsejar. Si queremos un maltés con el típico aspecto de maltés y su dulce carácter, debemos dirigirnos a un criador serio sea en EEUU o en cualquier otro país.
Escoger un maltés
Para escoger un buen perro hay que tenerlo delante, comprobar que está aparentemente sano, debe ser un perro féliz y equilibrado, si está demasiado apagado o muestra un comportamiento temeroso, agresivo o apático no será una buena elección. Es necesario tocarlo para comprobar su estructura y sentir la calidad de su pelo. Verlo en movimiento, mirarle la boca y si es un macho comprobar todo está ya colocado donde debe. Debemos fijarnos en su carácter observando cómo reacciona ante los desconocidos (de momento nosotros) y cómo ante quienes son sus personas de confianza, sus criadores , cuidadores o familia. También es importante ver cómo se relaciona con otros perros. Con toda esta información y teniendo en cuenta otros factores como si el perrito acaba de despertarse o está en un momento de plena actividad podremos hacernos una idea bastante clara de su carácter.
El carácter también se selecciona y un maltés que provenga de una buena selección deberá mostrar el carácter alerta, afectuoso, muy dócil y muy inteligente que consta en el estándar FCI o tal como exige el AKC: "Temperament: For all his diminutive size, the Maltese seems to be without fear. His trust and affectionate responsiveness are very appealing. He is among the gentlest mannered of all little dogs, yet he is lively and playful as well as vigorous." ( Temperamento: El maltés parece no conocer el miedo a pesar de su pequeño tamaño. Resulta cautivador el entusiasmo con que responde, de modo afectuoso y confiado. Está entre los perros más educados de todos los de razas pequeñas y además es activo y juguetón y también muy extrovertido). Un maltés que no muestre un carácter similar al recogido en su estándar de raza no será un buen ejemplar como no lo es uno que no pesente otras cualidades más fácilmente evaluables como el color de pelo blanco o la talla correcta y será un ejemplar de pura raza de peor calidad cuanto más se aleje de su estándar considerado en su conjunto sea cual sea su pedigrí.